20 mayo, 2008

Raul Garcia Zarate - escencial



Cuando mi viejo me contó que una vez caminando por el centro de Lima se tropezó con un letrero que decía "hoy recital de Raul Garcia Zarate entrada libre" yo en verdad maldije mi suerte, no porque haya sido un concierto gratuito, sino porque era verlo en vivo. Y es que siendo peruano no puedo creer que teniendo 28 años no haya podido aun presenciarlo en concierto.

De esos 28 años, conozco hace 20 años su música. Al inicio Por mis viejos, quienes la escuchaban siempre, a veces antes de irse a trabajar, mientras yo aun estaba medio dormido escuchaba esas notas que para esas épocas no me parecían tan inmensas como ahora. Y pues ahora al escucharlo como siempre, al retornar a su guitarra, siempre esos vagos recuerdos de infancia retornan, como si fueran un aroma, la guitarra del maestro Zarate esta grabada en el cerebro y mas en el corazón.

Su sonido es tan poderoso que es difícil contener la emoción al oírlo. Yéndonos por el lado frío diría que el vibrado de sus punteos, la asombrosa habilidad para tocar bajos y altos al mismo tiempo y los arreglos completamente tradicionales ejecutando y usando para ello las espectaculares escalas principalmente del huayno (también toca vals y marinera) hacen esto posible. Y yéndonos al lado mas sentimental esta pues lo que son las canciones en si, las que no necesitarían de toda la técnica descrita antes para gustar, con esa nostalgia serrana de los que vinieron a Lima, de los que salieron fuera del país, o simplemente para cantarle a los hermosos Andes, a su cielo, a sus montañas y animales. Todos estos elementos grandes individualmente se juntan, se huelen, se escuchan y se sienten cuando Raul se junta a su guitarra.

Si escuchas el inicio de su versión del carnaval de arequipa, y no me refiero al famoso estribillo que lo bailan en el colegio, me refiero a su intro, si escuchas esos primeros segundos, deberías encontrar ahí, en esa sencilla secuencia de notas toda la esencia de la música serrana, ahí esta el comienzo de todo, la base, la escala, la misma que se usa para construir el cóndor pasa, en otra genial interpretación (no su mejor) de esta creación Peruana de inmejorable titulo.

Y si bien es cierto estas canciones de por si son estupendas, Raul Garcia las lleva al cielo, o a las montañas serranas que vendrían a ser casi lo mismo. Con euforia a veces (el paria), con tradición (el pajarillo, valicha), con nostalgia infinita (adiós pueblo de ayacucho) y con magia pura (mi Huancavelica), esta ultima es la ejecución mas espectacular de guitarra que haya escuchado en mi vida, siempre la admire, siempre la escuche en mi mente, y aunque se la respuesta siempre me preguntare como se puede alcanzar tal maestría, quizá nadie mas la pueda tocar así.

Y si el cóndor pasa es el huayno mas conocido, es vírgenes del sol la cumbre de la música del ande. Hecha con inspiración de sobra y derramando notas durante todo su sonar. Raul la tomo, la acomodó, la versionó y la convirtió prácticamente un curso de guitarra en si. El ser una institución viviente con las 6 cuerdas se lo debe y con justicia en parte a esta interpretación.

Menos conocido por nuestras generaciones de lo que debería ser, no por deber, sino por beneficio del alma, el maestro Raul Garcia Zarate consigue ya, a estas alturas ser un hombre querido y admirado. Y le da al mundo con solo una guitarra y unos dedos prodigiosos un tour por (sobre todo) la serranía Peruana, fuente de inspiración por su belleza y majestuosidad.

Aquí su myspace, algunas de sus ejecuciones están ahí. Buen viaje...

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10 mayo, 2008

DURO COMO UN LADRILLO


Siempre escuché de Jethro Tull un disco que lo tengo siempre presente, Aqualung. Pero el disco que motiva que vuelva a colgar un post es sencillamente una obra maestra. Se dice que el Thick as a Brick fue una especie de respuesta a los críticos del Aqualung que consideraron a este disco como conceptual y que no llenó las expectivas (increíble pero la historia de la música está llena de estas cosas, busquen si no, lo que se publicó en su momento acerca del Selling England by the Pound en Rolling Stones). Anderson al parecer lo tomó a mal y vaya que respondió con el disco conceptual por excelencia.

Este disco es también conocido como la "Madre de los Discos Conceptuales" y la razón uno la encuentra al final del disco. Parece salido de una leyenda que un disco se base unicamente en una canción cuya duración es de más de 40 minutos. Una sola canción hecha en 2 partes, cada una ocupando una cara del vinilo original. La tapa del disco imitando el periódico de una pequeña localidad e incluyendo folletines de ese diario, una cantidad de instrumentos que participan en él que se hace difícil enumerarlos todos (flauta, batería, bajo, teclados, xilófono, oboe, violines, sintetizadores, celos y un larguísimo etcétera), una composición hecha por un niño ficticio (Anderson al fin de cuentas), una letra que parece poesía acompañada por todos los instrumentos hacen de este un disco complejo, difícil en primera instancia (dadas sus características) pero bellísimo.

Este disco marca un hito, la valla más alta conocida por la música. Es difícil entender como el más conceptual de los discos, el menos comercial de los discos de Jethro los consagre en definitiva y llegue a ser número uno, además de estar fuertemente influido por el jazz y la música clásica. Anderson se pasea a sus anchas en todo el disco, pone un poco de esto y de lo otro, su flauta parece el más fundamental de los instrumentos creados, va agregando instrumentos uno a uno haciendo a veces que parezca imposible seguir una secuencia pero que bien lo logra. Si bien la flauta se escucha excelente, mejor aún se escucha su voz, cercana al trinar de los pájaros cuando usa sólo la guitarra acústica.
Y ni que decir de Martin Barre (guitarra eléctrica), John Evan (piano y teclados), Jeffrey Hammmond (bajo y coros) y Barriemore Barlow (batería y percusión), que completan Jethro Tull, quienes funcionan como una orquesta o una sinfónica al mando del gran Ian que hace de director de orquesta (en vez de usar la varita usa la flauta). En verdad, el disco se escucha como una sinfonía por varios pasajes (presten oído como se secuencian las guitarras eléctricas con las cuerdas clásicas) y por otros como un disco heavy con mucha fusión de folk europeo. El espectro de música que uno escucha es amplísimo.
Cosa curiosa, el disco fue también una parodia a los discos de Yes y Emerson, Lake & Palmer. Si alguna vez escucharon hablar del flautista de Hamelin pues aquí lo encontrarán reencarnado en Ian Anderson. Disfruten del disco (incluye la versión en vivo en el Madison Square Garden y el interior del disco original), les dejo el link.

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