29 febrero, 2008

EL GENESIS DEL ROCK




Otro grupo del que siempre he escuchado maravillas es este. En especial, de la época que coincide con Peter Gabriel. Fui a comprar un par de discos que me interesaban, al empezar a preguntar, uno de los que vende me dijo: "también lleva este, es bueno". Como anteriormente he comprado en ese lugar dije bien (en mi cabeza estaba que me preguntaba si estaba perdiendo un sencillo o a pound). Llegué a casa, prendí el Pioneer y me puse a escuchar los discos que había ido determinado a adquirir, a este no le paré bola... craso error. Luego de algunas semanas me di el tiempo de escucharlo, al fin y al cabo, Gabriel con Genesis son, o eran en parte para mí, una especie de leyenda urbana, el grupo siempre lo asocié con el pelado Collins y el pop ochentero. El disco me resultó difícil, para cualquier oyente no es fácil escuchar un disco entre denso, progresivo, instrumental, sinfónico y una larguísima lista de adjetivos que puedes encontrar. Sin embargo, me llamó la atención los teclados (cortesía del notable tecladista Tony Banks) y la voz de Gabriel muy parecida a la del bisoño baterista de la banda (hasta ahora me pregunto si el pelado aprendió a cantar viendo a Peter, a veces me parece que trata de imitar su voz).

Le dí un par de chances más al disco y, siendo sinceros, hoy no puedo despegarme del disco. Simplemente es fantástico. Casi puedo afirmar que es el disco que más he escuchado hasta hoy (más que el Disintegration o el Dark Side), hay algo en el disco que te hace volver a él. No recuerdo a quien le pertenece la frase "los libros buenos de los regulares se diferencian en que vuelves a los buenos... siempre". Esta también se puede aplicar a los discos y este es un tremendo disco.

El disco tiene tanto que el difícil por donde empezar pero hagamos el esfuerzo. El talento de los cinco (Gabriel en voz, Collins en la batería, Rutherford en el bajo, Banks en los teclados y Hackett en la guitarra) se mezcla para mostrarnos que los progres alcanzaron altísimos puntos de composición. Gabriel da una clase maestra de canto (ve aprendiendo Phil), aparte de lo histriónico y hasta teatral que suele presentarse, se escucha genial y más aún, cuando escuchas el sonido la flauta es para soñar. Hackett alcanza en este disco unos solos de guitarra perfectos, larguísimos, únicos... una clase de guitarra.

¿Existiría un grupo tan difícil sin un buen bajista? Imposible, por eso Rutherford está correcto, al igual que Collins. Banks simplemente nos lleva a la estratósfera. Temas para escuchar siempre? I know what I like, Cinema Show, Batlle of Epping Forest, More Fool Me y por supuesto Firth of Fifth. Los momentos más altos del disco son curiosamente cuando Gabriel y Collins se callan y dejan que sean los instrumentos, solos, sin necesidad de la voz, vuelen y vuelen y nos dejan escuchar unas composiones que superan lo sensorial, fantástico.

Como mencioné, el disco en primera instancia es difícil, denle unas escuchadas más y se sorprenderán. Aquellos a los que les guste las composiciones alusivas a seres mitológicos y de leyenda pues este es el disco. El año que pasó volvieron a tocar en Europa y Norteamérica, ojalá en el futuro cercano Gabriel y Hackett se animen a volver y que Banks use más los teclados antes que los sintetizadores. Les dejo el disco.


1 comentarios:

AdrianO 2 de marzo de 2008, 12:31  

buena con el piojeer :)

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