Kraftwerk – The man-machine

 

 

Kraftwerk – Alemania

The man-machine – 1978

 

Poco me ha tomado desde el momento que adquirí este disco hacerme hincha de él.  Después de verlos en vivo en Brasil decidí que era obligatorio poseer al disco que tuviera la canción The Robots. La conocía por su entrañable y elocuente video, pero ya era necesario poseerla dentro de la colección, así que ni bien bajé del avión y con maletas y todo fui a comprarlo (bueno estoy exagerando un poquitín).

De el cuarteto alemán, siempre cambiante desde hace 40 años y del cual sólo queda Ralf Hütter como miembro fundador, ya conocía esa buena placa llamada Trans-europe-express pero era hora de ir por más de los germanos. Y ¿con qué me encuentro? con una maravilla sónica fuera de tiempo, y reflexiono: que paja es la música que siempre de depara una emoción nueva, siempre, y por eso es a lo único que sigo. Y como admiro a estos viejos, definitivamente.

Le he presentado este disco a unos 4 amigos, y ninguno se ha pegado, algunos han dicho “siempre el mismo tempo”, “secuencias demasiado repetitivas”, “sonido misio” y aunque tienen razón en ello, algo que tiene que ver con uno mismo, con su personalidad y sus recuerdos lo hace pegarse a él. Pienso que es así pues a mi me gusta muchísimo, por ejemplo cuando escucho los casi 10 minutos de esa obra escondida y maravillosa llamada Neon Lights a diferencia de otras personas yo no puedo sino admirar su extraña belleza escondida en su minimalismo, y de pasada  admirar una vez más la visión de estos artistas genuinos para construir piezas musicales de puro sinte, testarudamente tratando de incorporar ésta posibilidad al mundo musical hasta entonces prácticamente desconocedor de ello salvo por los discos previos de Kraftwerk y uno que otro osado que hacia música que rehuyera a todo lo que huela a humano. Por eso concluyo que éste disco no es para todos, su sonido no triunfó en Brasil ni triunfó con mis conocidos, No es que los Kraft y sus minimalistas sonidos hayan envejecido pero en éstos tiempos en donde la música electrónica se relaciona demasiado con fiesta, luces y harta pose, su expresión lenta y sosegada no tiene el eco de antes y ya su papel vanguardista ha quedado desfasado.

Pero para los pocos que aún consideran entrañables algunas melodías por decir de juegos clásicos como Top Gear, o viejas y olvidadas canciones dance tipo espiral presente en esa mezcla 100% techno llamada Máquina total 3, y que disfruten de vez en cuando de escuchar música que no tenga mayores rastros de humanidad, esta plaquita puede caerles como un compilado de sensaciones exquisito e inacabable en el tiempo. Si a esto le sumamos su papel vanguardista que tuvo para el desarrollo de la electrónica en todas sus variantes se puede concluir que The man-machine es un disco inolvidable.