NUNCA TAN CERCA DEL BORDE
No sé como llegó este disco a mí, me parece que buscaba el Avenida Larco de Frágil y empecé a indagar acerca de ellos. Por cosas que no vienen al caso y como una cosa lleva a la otra, me topé con este trabajo de Yes.
Desde pequeño leí y escuché de Yes, siempre se referían a ellos como una maravilla poniéndolos al nivel de Pink Floyd o Led Zepellin. A decir verdad, no veía el porqué de aquello ya que más allá de Owner of a Lonely Heart (que como tema no pasa de regular) y el solo de guitarra del inicio no conocía de ellos (nuevamente las radios tienen la culpa de bombardearnos con la música que ellos creen que debemos escuchar). Pero... ¡vaya de lo que nos perdemos por escuchar sólo radios!
Escuchar este disco es una experiencia única, fascinante, espectacular y, valgan verdades, inesperada. Jamás imaginé que Yes hubiera compuesto un trabajo tan complicado, complejo y lleno de virtuosismo por donde se le escuche, que actualmente es considerado como una masterpiece del rock de todos los tiempos. Cuando vi que el disco tiene unicamente 3 temas me sonríe y pensé ¿Cómo es posible que un disco con 3 canciones sea clásico? También pensé que la versión que escuchaba debe estar mal pero seguí adelante.
Cuando se escucha el canto de los pájaros al inicio de Close to the Edge me dije que este disco no es lo que pensaba, luego entró la batería, el bajo, la guitarra a todo dar y también los teclados. Finalmente la voz un tanto afeminada de Anderson dan la bienvenida y completan la esencia de Yes en la canción para llevarnos a niveles que poquísimos discos están en la posibilidad de lograr. Sin duda, la base sobre la que reposa el sonido del grupo es la guitarra de Howe, un superdotado para las 6 cuerdas, de esos que sólo verás una vez en vida. Es justamente con su llegada que el grupo lanza sus trabajos más épicos, clásicos, las joyas por las que Yes será recordado hasta que desaparezca la música.
Otro factor importantísimo en el sonido de Yes es ese fenómeno de los teclados llamado Rick Wakeman, auténtico pionero ya que fue el primero en usar en un grupo de rock el melotrón y el sintetizador y originó que muchos grupos en el mundo copien ese estilo, además de darle al progresivo ese toque tan particular (escuchen Eiti Ledi en vivo de Serú Girán cuando Charly toca los teclados y compárenlo con los solos de Wakeman) . Escribir un adjetivo para este tecladista de formación clásica sería quedarse corto y faltarle el respeto. Sólo puedo decir que jamás he escuchado a ningún ser humano arrancarle esas notas a los teclados con esa virtuosidad que cuando uno lo ve tocar parece que estuviera jugando con el piano, con el Hammond o con lo que tenga delante y que tenga teclas. Simplemente es un tecladista fantástico elevado a la enésima potencia.
Squirre en el bajo y Alan White en la batería completan el quinteto clásico de Yes, para variar estos señores también son otro par de monstruos con sus respectivos instrumentos (me quedo con White en la batería, Squirre tiene más de compositor pero no se queda atrás, escuchen el bajo y mencionen a otro bajista semejante). Cosa demasiado rara en la música, Yes contó con verdaderos prodigios en su formación desde siempre. A eso súmen el talento de Anderson (¿tuvo formación de tenor?) como compositor, letras como lluvias de ideas, cambios de voz radicales... en fin, superdotados jugando en equipo y produciendo cosas inalcanzables para el común de los hombres.
Les recomiendo que el disco lo escuchen tranquilos, con un café al lado sin nada que los distraiga y tendrán garantizado un viaje a otro mundo. Una vez más, tenemos que decirle a esta superbanda: gracias por tanta buena música (hasta ahora no me lo creo que hayan tocado en el Muelle Uno, que vuelvan!!!). Les dejo el link para descarga con la versión de 2003, trae un segundo disco como bonus track.
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